VARON - (Y OTROS POEMAS) HECTOR GAGLIARDI



HECTOR GAGLIARDI
NACIO EN 1909 - 1984
FUE PROBABLEMENTE EL POETA QUE MAYOR CANTIDAD
DE LIBROS VENDIO, EXCEPTUANDO EL MARTIN FIERRO
1.500.000 EJEMPLARES


Desde chico Elena (mi madre del Corazon con Antonio

fueron quienes me criaron) sabia de memoria

El conscripto...   Las Comadres... Los reyes magos...

a partir de 1984 en los programas radiales que hacia

en Peña Piranense que duro mas de 10 años

decia los poemas leyendo todos sus libros

como un homenaje a Hector Gagliardi a quien

admiro muchisimo...  en la decada del 70

fue a visitar Lt44 Radio Fortin Yunka en Formosa

yo tenia Sarandi City canje de libros y resvistas

frente a la emisora...  me cruce para verlo

la emocion me supero y no pude  decirle 

una sola palabra...

Seguramente nadie de los presentes sentia

lo que yo estaba sintiendo ante el poeta

que tanto tuvo y tiene que ver en mi vida...



VARON 

Yo se que te estas peinando, 


para salir enseguida, 


que dejaste la comida, 


por encontrarla quemando, 


que te vestís ensayando, 


ese paso que aprendiste, 


y todo lo que pediste, 


tu madre lo va alcanzando... 


Como sabe la viejita, 


lo que tu apuro reclama, 


te dejó sobre la cama, 


tu camisa favorita, 


bien planchada, prolijita, 


al lado de la corbata, 


mientras rasca en la solapa, 


el lunar de una manchita... 


Es claro que no lo ves, 


para vos no es importante, 


para vos lo interesante, 


es de llegar al café, 


donde triunfan los express, 


generales, codillos, 


y el humo del cigarrillo, 


le pone toldo a un mashé... 


Allí esta la muchachada, 


del partidito al billar, 


después te irás a bailar, 


para caer de pasada, 


al volver de madrugada, 


otra vez por el café, 


y entrar a casa recién, 


con la gente levantada... 


Lo que te pasa no es raro, 


estas en la edad incierta, 


del chico que se despierta, 


teniendo pantalón largo, 


en ese peldaño amargo, 


de la escala de la vida, 


que por mirar hacia arriba, 


se olvida lo que pisamos... 


Es claro que sos muy dueño, 


para eso trabajás, 


y hasta de yapa entregás, 


la cuarta parte del sueldo, 


por eso que a vos en cuello, 


tenés derecho a gritar, 


!la toalla donde está!, 


!a ver si me traen pañuelos!.. 


Sos el hombre de la casa, 


la esperanza del mañana, 


que al discutir con tu hermana, 


la hiere tu desconfianza, 

que la pone en la balanza, 

de tu experiencia mezquina, 

diplomada en una esquina, 

molestando a las que pasan... 


Que si tu padre protesta, 


por la vida que llevás, 


enojándote te vas, 


tirando la servilleta, 


sin ver que tu madre inquieta, 


llorando corre a buscarte, 


y que te moja al besarte, 


cuando te alcanza en la puerta... 


Pero, decime... 


tenés o no tenés corazón ? 


o vale mas la reunión, 


de la mesa del café, 


que ese llanto que le ves, 


en los ojos a tu madre, 


o que esperas, que sea tarde, 


para llorarla después... 


Pero, quedate un día, 


una noche tan siquiera, 


dejala que ella te vea, 


y que tiemble de alegría, 


que tocándote te diga, 


esta muy dura la almohada ?

y que su mano arrugada, 


te acaricie todavía... 


Dale una vez la razón, 


a quien tanto te defiende, 


a quién tanto te comprende, 


con todo su corazón, 


que se duerma de un tirón, 


y sin esperar tu llegada, 


yo te pido esta gauchada, 


porque he sido igual que vos... 

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A TODAS LAS MAESTRAS CON CARIÑO ESCRITO POR HECTOR GAGLIARDI
"LA MAESTRA"

Tan buena como mi vieja y como ella nerviosa,
de las que agrandan las cosas y que por nada se quejan.
Tenía entre ceja y ceja esa cuestión del aseo
y en lo mejor del recreo revisaba las orejas.
Decía que un pajarito al oído le nombraba
los niños que conversaban cuando salía un ratito.
Y si un grandote de quinto armaba la tremolina,
parecía una gallina cuando tiene los pollitos.
Nos tomaba la lección siguiendo el orden de lista
y obligaba con la vista a seguir con atención;
Yo era medio remolón porque andaba por la "G"
y cien veces me chasquié al preguntar de a traición.
Se pasaba todo el día prometiendo malas notas
y que en vez de la pelota estudiaran geometría.
Era mujer... ¡que sabía de un golazo de boleo!...
por eso es que en el recreo los muchachos se reían....
Pero un vez se enfermo y mandaron la suplente
que enseñaba diferente y hasta un día de "usted" nos trató;
Y nosotros ...¡qué sé yo!... sería mejor maestra
pero fieles a la nuestra declaramos el boicot.
Y cuando vino al grado después de la enfermedad
nos pusimos a gritar que casi la desmayamos
y cuando vio tantas manos que la querían tocar
de floja se echó a llorar y nosotros la imitamos.
¡Ah! ¡Pobre maestra mía! ¡cómo estarás de vieja!...
Revisame las orejas soy un chico todavía.
No sabes con que alegría quisiera volverte a ver:
no me vas a conocer pero entonces te diría:
Yo ocupaba el tercer banco al lado de la ventana
el que abría las persianas cuando el sol no daba tanto.
El que se ahogaba de llanto el día que te dejó
y que nunca te olvidó y es por eso que te canto.
Vos sos la dulce canción de la edad que ya se fue
hoy he venido otra vez para darte la lección:
Preguntame de a traición maestra del cuarto grado
que cuanto me has enseñado lo llevo en el corazón...
Letra de Héctor Gagliardi